Regularmente, las editoriales envían feeds a los minoristas, distribuidores, agregadores y otros socios comerciales que tratan. Estos feeds contienen toda la información esencial y accesoria sobre los libros que tienen a la venta. Esta información incluye el título del libro, los nombres de sus autores, la editorial y el sello, quizás los nombres de otros colaboradores como ilustradores o traductores, y una serie de otros metadatos bibliográficos, como los identificadores (ISBN). Pero también incluyen datos comerciales: el precio del libro, la fecha en que está disponible para la venta y quizás los territorios de venta y los descuentos. Esto también incluye mucha información que el destinatario (que va a distribuir o vender el libro a un usuario final) necesita conocer. En el caso de los libros físicos, el librero necesita saber: cuántos ejemplares hay en una caja, cuáles son las dimensiones del libro, cuánto pesa, etc.
En el caso de los libros electrónicos, los metadatos deben transmitir información sobre el tipo de archivo, su tamaño e incluso la versión.
También es posible incluir metadatos de marketing: eso es lo que ayuda a vender el libro. Los metadatos temáticos siempre se han utilizado en los libros físicos para orientar a las librerías sobre dónde colocar el libro. En el caso de los libros electrónicos, los metadatos temáticos son aún más importantes: son los que permiten a los usuarios descubrir libros sobre temas que les interesan. Pero los metadatos de marketing pueden incluir mucho más, como reseñas, premios que ha ganado el libro, una biografía del autor, otros libros del autor y otros libros sobre el mismo tema. Hay muchos más metadatos que pueden y deben incluirse: información sobre características de accesibilidad, información pedagógica para libros educativos, etc.
Todos los metadatos de la cadena de suministro son rastreados por las bases de datos internas de las editoriales. Si los editores proveen diferentes tipos de metadatos en múltiples formatos, se conforma una Torre de Babel. A lo largo de los años, se han desarrollado normas para resolver este problema. Existen organismos de normalización para establecerlos, publicarlos y mantenerlos.
ONIX (ONline Information eXchange) es una norma curada por EDItEUR, una organización internacional. ONIX para libros es una colección completa de términos y códigos (y sus definiciones) que les permite a los editores desarrollar prácticamente toda la información necesaria en la cadena de suministro. Es un formato de mensajería: no pretende que los editores tiren sus bases de datos y empiecen de nuevo, sino que es la forma en que la información de esas bases de datos debe comunicarse con el mundo exterior. Se ha adoptado de forma generalizada, casi universal, en todo el mundo. ONIX se actualiza trimestralmente basándose en las aportaciones de las organizaciones editoriales de todo el mundo.
Los editores han pasado la mitad del último milenio perfeccionando y ampliando la forma de procesar, producir y distribuir contenidos en forma de libros. Aunque es evidente que ese trabajo no ha terminado, en este milenio la atención se ha centrado en los metadatos: cómo gestionar la información sobre los contenidos para hacerlos más valiosos para sus autores, sus editores y sus consumidores.
Esperamos que este artículo le haya ayudado a ver el enorme potencial que ofrecen los metadatos.
Fuente: Bill Kasdorf, “Welcome to the Metadata Millennium: A Complete Overview of What Metadata Can Do for Publishers”, en BookBusiness, 2021. Adaptado por LivrizTeam.