Hasta hace un par de años se hablaba datos o de la ficha técnica del libro. Al realizar el registro ante las agencias locales de ISBN, los editores recibían la curiosa ficha de catalogación, que incluían en la página de créditos legales y técnicos de sus libros sin reflexionar al respecto. Luego, cuando el libro llegaba a una librería o una biblioteca, alguien replicaba esa información en su sistema y la enriquecía con más datos: precios, formatos, sinopsis, otros libros vinculados… Así, la información se replicaba de distinta forma en cada punto de encuentro con el lector.
Actualmente, algunos editores se ocupan de brindar a libreros, distribuidores, bibliotecarios y lectores toda la información que podrían necesitar y, algunos de esos editores van un paso más allá: centralizan la información en una base de datos que actualizan y así el resto de los interesados accede a la misma información disponible en un mismo lugar.
En la búsqueda de lograr un lenguaje común entre las editoriales, las librerías y los distribuidores, se llegó a una solución práctica para todos: los metadatos se reúnen y normalizan con los estándares ONIX y se exportan y circulan en formato xml. [Para ver qué es ONIX, leer Los metadatos venden libros]
En su artículo Five Questions Publishing Leaders Need to Ask About Metadata, Anne Kubek destaca la importancia que los editores y sus equipos deberían darles a los metadatos. ONIX ayuda a los editores a crear y mantener actualizados metadatos consistentes. Estos metadatos permiten que las librerías encuentren y exhiban los títulos de la forma más eficaz y completa, permitiendo que sean fácilmente encontrados —y comprados— por los lectores. Al estar el registro de editores y libreros sincronizados vía ONIX, los errores son subsanados con mayor rapidez y la información se mantiene actualizada. Así, por ejemplo, se puede mantener actualizada las biografías de los autores, incluir sus nuevas obras, los premios recibidos y los libros relacionados (especialmente cuando se trata de series). Periódicamente, los editores deberían revisar su catálogo reciente y mantener actualizada la información de sus títulos.
A pesar de los beneficios mencionados de ONIX, la mayoría de los editores todavía usan archivos de Excel para gestionar sus metadatos. Pero por muy completas que sean esas planillas de Excel, nunca lograrán replicar la riqueza del formato xml en el que está construido ONIX, que representa más de 200 campos y que se ajusta mejor a los elaborados algoritmos de los motores de búsqueda de las librerías, por lo que permite a los editores maximizar sus ventas.
La integración del estándar ONIX en los flujos de trabajo de la editorial conlleva esfuerzo y planificación, pero tiene un comprobado valor para los editores que poseen un catálogo a partir de 50 títulos y un ritmo de publicación de unos 5 o más títulos mensuales.
Con ONIX, los libros pueden ser clasificados y esto facilita identificar los libros que pertenecen a una misma categoría. Para ello, se usan los códigos BISAC o Thema.
Unos códigos BISAC [e IBIC] actualizados permiten a las librerías etiquetar y mostrar correctamente los títulos en sus tiendas y páginas web. Existen más de 3.000 códigos de materias. Profundizar en las materias hasta dar con los códigos más específicos y apropiados asegura que los libros estarán situados en la mejor categoría posible en las webs de las librerías. Esto aumentará las oportunidades de los títulos de alcanzar posiciones más altas entre las listas y los resultados de búsqueda. “Por ejemplo, digamos que en Amazon hay 111.638 títulos en ‘Ciencia Ficción’, pero solo 243 tienen la categoría de ‘Cyberpunk sobre Inteligencia Artificial’. Tu título podría pasar de estar en el puesto #94.562 en la categoría general a subir al #63 en la categoría específica. Y lo que es más importante, los lectores que quieran leer tu libro (o busquen uno de ese género) podrán encontrarlo y comprarlo”, afirma Anne Kubek en una entrevista para Digital Book World.
En cuanto a los ebooks, Kubek recomienda usar hasta cuatro códigos BISAC [o IBIC], aunque en la versión impresa se usen menos. Es fundamental poner el código más representativo en primer lugar para conducir las ventas, porque hay tiendas que solo aceptan un código.
La gestión de ONIX puede ser desbordante para los editores. Para maximizar la eficiencia y aumentar las ventas, tiene más sentido buscar un socio comercial/proveedor de servicios adecuado que realice todo o parte del proceso.
La evaluación de la capacidad del equipo editorial para gestionar los metadatos frente al uso de los servicios de terceros (sea el distribuidor o una empresa especializada en sistemas de gestión de metadatos que nos proporcione el software o el servicio) es un paso importante que dar cuando se considera el potencial de ventas a largo plazo de los títulos del catálogo.
Fuente: Anne Kubek, Five Questions Publishing Leaders Need to Ask About Metadata, Digital Book World. Traducido y comentado por Arantxa Mellado. Adaptado por LivrizTeam.
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